Las tentaciones dulces de la cafetería/pastelería/panadería Cigne de Sant Julià son las mejores que he provado en Andorra.
Lástima que no haya un Cigne en Escaldes!!! Cada vez que paso por delante entro a comprar croissants, ensaimadas, algún trozo de tarta o incluso pan. Todo buenísimo.
El local es agradable y tiene cafetería y mesitas para degustar las tentaciones con calma.
Me encanta el Cigne!
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